La
luz del sol que me daba en la cara me despertó, entre abrí los
ojos. Harry ya no estaba. Cogí el despertador y mire la hora,
12:30h, no entiendo porque no ha sonado. Me vesti y me hice una
coleta. No me arregle, ya que iba a correr un poco, lo necesitaba.
Me encanta correr, ese momento en el que estas corriendo tus preocupaciones desaparecen.
Cuando llegue al parque, conecte los cascos al móvil y puse el reproductor en modo aleatorio, y comencé a correr.
Después de un largo tiempo corriendo, me pare un momento para beber un poco de agua. No pude evitar fijarme en una chica que estaba sentada en un banco, ella no parecía estar bien, solo lloraba. No pude evitar acercarme.
-¿Estas bien? -le pregunte mientras me sentaba a su lado.
Me encanta correr, ese momento en el que estas corriendo tus preocupaciones desaparecen.
Cuando llegue al parque, conecte los cascos al móvil y puse el reproductor en modo aleatorio, y comencé a correr.
Después de un largo tiempo corriendo, me pare un momento para beber un poco de agua. No pude evitar fijarme en una chica que estaba sentada en un banco, ella no parecía estar bien, solo lloraba. No pude evitar acercarme.
-¿Estas bien? -le pregunte mientras me sentaba a su lado.
-Si,
creo que si – la chica levanta la cabeza para examinarme. -No.
-Perdón,
soy Serena.-me presente.
-Yo
soy Martha – intenta sonreír, pero no lo consigue. -Siento que me
tengas que ver así.
-No
lo sientas, además no soy quien para juzgarte, ya que hace dos día
yo estaba aquí igual que tú. - Era extraño, esta situación me
recordaba a Harry. -Te invito a un helado, ¿quieres?
-Si.-
Por fin sonrió.
De
camino a la heladería fuimos hablando un poco de todo, era increíble
las cosas en común que teníamos. La diferencia era que ella sabia
todo sobre One Direction y yo solo había escuchado su música.
“I'm
feeling sexy and free like gritter's rainin on me...”
Cogí
mi móvil para leer el sms. Pero tenía dos sms, uno de mi madre y
otro de Harry.
-Tengo
que ir un momento a mi casa, ¿quieres venir? Y después nos vamos a
una fiesta. -Le dije cogiéndola de la mano y tirando de ella en
dirección a mi casa.
-Claro,
¿una fiesta? ¿Pero tú no eres nueva aquí?
De
camino a mi casa le conté todo sobre Harry, no la conocía
demasiado, pero sentía que podía confiar en ella.
Al
llegar a casa fui a decirle hola a mi madre, si, mi madre me había
mandando un sms diciendo que fue a casa un momento solo porque quería
saber que era de mi vida. ¡Madres! Así que subí a mi habitación
con Martha.
-Mira
en mi armario y escoge lo que quieras para esta noche. -le dije
mientras abría el armario.
-De
verdad?
-Claro
-Me
dejas usar un momento tu ordenador, para decirle a mi hermano que hoy
llegaré tarde a casa, que seguro que esta conectado.
-Por
supuesto, esta encima del sofá.
Mientras
Martha estaba en el ordenador, yo me fui a dar una ducha. Me sequé
el pelo y me lo alise como siempre, pero esta vez me hice unos
cuantos tirabuzones sueltos. Después me puse el vestido que Sara me
había regalado en mi último cumpleaños y sus zapatos, ella sabia
que adoraba esos zapatos por eso el día antes de irme me los metió
en la maleta, hasta que no deshice la maleta no me di cuenta de que
me los había prestado por un tiempo, ¡prometo devolvértelos, Sara!
Me puse los complementos y unas gotas de mi colonia favorita, chanel
nº5, un poco de rimel en las pestañas y gloss. Cuando acabé de
prepararme fui a la habitación, Martha ya no estaba en la
habitación, estaría en el baño del pasillo cambiándose. Así que
decidí llamar a Harry para saber a que hora vendría a buscarnos.
-¿Harry?
-Creo
que ese por el que preguntas soy yo. -se empezó a reír.
-¿Te
importa que lleve a una amiga?
-No,
trae a quien quieras.
-¿Y
a que hora vas a venir a buscarnos?
-Pues
dentro de media hora estaré delante de tu casa.
-Perfecto.
Colgué
en el momento en que Marta entraba por la puerta de mi habitación.
Esta impresionante. El rimel hacía que sus ojos marrones resaltaran,
su pelo era rubio era rubio ceniza con ondulaciones, el flequillo se
lo había recogido formando dos trenzas. Había escogido uno de mis vestidos favoritos, realmente a ella le sentaba mejor que a mí. No parecía la chica triste
del parque que había conocido esa mañana.
Cuando
oímos el claxon del coche de Harry bajamos, me despedí de mis
padres y nos fuimos. Harry nos estaba esperando fuera del coche,
estaba muy guapo, más guapo que cuando lo conocí. Miré para Martha
que se había quedado paralizada en la entrada de mi casa. Harry es
guapo, pero no creo que sea como para que se quede de piedra.
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